La equiparación de la moda infantil a la de adultos es un hecho evidente. Nos lo demuestran tiendas especializada en la sola venta de estos productos, como María de SaaS: http://modainfantilmds.com
Y no es solo porque los modelos en ropa para niños son un calco de los diseños para sus padres, sino que van más allá en originalidad. Porque sencillamente, los más pequeños pueden permitirse vestir indumentaria más divertidas que sus padres, que no los encuentran en cuanto ya sabemos que la fantasía en moda para adultos se frena bastante.
Atrás quedó la idea de vestir a los niños como eso: niños. Tan solo en los diseños para bebés, y la tendencia es que también desaparezca, ya que se conserva por encima de todo la comodidad de las prendas, la calidad de los tejidos y los colores pastel para ambos sexos. Pero muy pronto los colores azul y rosa dejan paso a toda la paleta de colores, estampados y cortes en diseños calcados de los patrones adultos, aunque con algunas excepciones que poco a poco van desapareciendo completamente al cumplir el año. A partir de esta edad, la ropa infantil se vuelve idéntica a la de sus padres, añadiendo puntos de picardía, tejidos y aplicaciones varias que sobre todo lucen los modelos para niñas, un verdadero mundo de ilusión, fantasía, diversión y hasta glamur. Todo ello combinándolo con la comodidad dentro de lo razonablemente cómodo que puede ser vestir a una niña de 3 años con un vestido con alas o una falda de tutú vaporosa como las que hemos visto durante varias temporadas pasadas.
La moda infantil finalmente ha encontrado un lugar equiparable al de la moda adulta, y donde más se ha notado el despunte es en el estilo casual y segmento lowcost, verdadero motor de las ventas en la actualidad. Eso no significa que no permanezca la moda infantil tradicional, pero queda reducida a marcas cuyos patrones y materiales elevan el precio dada la calidad de los tejidos y la mano de obra artesanal, motivos que justifican el precio más alto.
Son tantas las diferencias entre la moda infantil en retail o producción masiva a precios muy populares y la hecha a mano o en talleres artesanales, que muy pocos pueden permitirse comprar en la segunda opción. Dado que la ropa de niños está permanentemente renovándose debido a los cambios de talla constantes; pero no os preocupéis porque la relación calidad precio (teniendo en cuenta también el tiempo de utilizo) es muy conveniente. Una buena noticia para todas las mamás.