Las alfombras son ese complemento del hogar que solemos no utilizar por el miedo a que se ensucien, pero hoy te enseñamos algunas formas sencillas para poder limpiarla y mantenerla en perfecto estado, para que así, luzca como el primer día.

#1 Utiliza productos de calidad en tu limpieza

Esto es lo típico que suelen decir los anuncios de la televisión, pero cuando se trata de limpiar alfombras, la calidad del producto es de vital importancia. Si quieres una recomendación, los productos de Pico-tex son una excelente elección por su calidad.

#2 Pasa la aspiradora regularmente 

De esta forma, puedes eliminar el polvo, la suciedad y los pelos de mascotas que se acumulan en la superficie. Hacerlo una o dos veces por semana ayudará a mantenerla limpia.

#3 Trata las manchas frescas de inmediato 

Puedes hacerlo con un paño limpio y húmedo de Pico-Tex.  Estos, absorben la mancha suavemente para evitar que se extienda. Si es necesario, puedes usar un detergente suave diluido en agua para ayudar a eliminarla.

#4 Desodorizar con bicarbonato de sodio

Espolvorea bicarbonato de sodio sobre la alfombra y déjalo reposar durante unos minutos antes de aspirarlo. Este método ayuda a absorber los olores y a refrescar la alfombra.

#5 Limpiar con detergente suave y agua tibia

Mezcla un poco de detergente suave con agua tibia y aplícalo sobre las manchas. Frota suavemente con un cepillo o un paño limpio y luego enjuaga con agua limpia. Sécala con una toalla.

#6 Eliminar manchas con vinagre blanco

Mezcla partes iguales de agua y vinagre blanco y aplícalo sobre las manchas. Deja que actúe durante un tiempo y luego frota suavemente con un paño limpio. El vinagre blanco es eficaz para eliminar muchas manchas y neutralizar los olores.

#7 Eliminar chicles con hielo

Coloca cubitos de hielo sobre el chicle para endurecerlo y luego raspa suavemente con un objeto plano para retirarlo. Limpia cualquier residuo con una solución de agua y detergente suave.

#8 Asegúrate de que la alfombra se seque completamente 

Después de la limpieza es imprescindible para evitar la formación de moho y malos olores. Puedes acelerar el proceso de secado utilizando un ventilador o abriendo las ventanas para permitir la circulación de aire.

Recuerda seguir las instrucciones del fabricante de la alfombra y de los productos de limpieza que utilices. También, puedes garantizar la efectividad del método a utilizar realizando pruebas en una pequeña área poco visible antes de aplicar cualquier solución de limpieza en toda la alfombra.