Hacer uso inteligente de la suplementación deportiva puede marcar la diferencia entre dos personas que realizan el mismo entreno.
El uso de la creatina es casi obligado y se encuentra prácticamente en todas las fórmulas preentreno. La función de ésta es hidratar las células, aumentando así el rendimiento en deportes de fuerza.
El uso de aminoácidos también está muy extendido en el mundo del fitness, pues impiden el catabolismo muscular en épocas de definición y mejoran la síntesis protéica, fomentando así el crecimiento muscular y la pérdida de grasa.
Como recuperador postejercicio la glutamina es la reina de los suplementos. En los últimos años sin embargo el HMB está tomando posiciones, pues además tiene un poder anticatabólico importante.
Otro suplemento muy común, pero cuyos beneficios no están tan contrastados, son los suplementos a base de carnitina, los cuales son usados en épocas de definición como quemagrasas.
En épocas exigentes y escaso consumo calórico es interesante consumir algún multivitamínico, el cual asegurará las recomendaciones diarias necesarias de vitaminas y minerales esenciales como el selenio, el magnesio o el zinc, entre otros. Cualquier deficiencia vitamínica o mineral puede acarrear problemas que dificulten el progreso y mejora.
Para aquellos sujetos que necesitan ganar peso se les suele recomendar los conocidos mass gainer o aumentadores de masa muscular: se tratan de preparados a base de hidratos y proteínas en proporciones que van del 30-70 hasta el 50-50. El resultado del consumo de estos subidores de peso se traduce en ganancias rápidas de peso y aumento de fuerza y rendimiento en pocas semanas. No obstante, aportan muchas calorías y disparan rápidamente el consumo necesario diario de éstas.
Recuerda: dieta, ejercicio, descanso y suplementación son los 4 pilares básicos de un programa de entrenamiento.