En los últimos tiempos, la venta de joyas se ha convertido en una actividad muy habitual. Las joyerías se han multiplicado, así como las tiendas online y física que se dedican a la venta de bisutería de calidad.
¿Y las joyas personalizadas? Son otro nicho del mercado de la moda que está en pleno crecimiento hoy en día. Y es fácil de creer, si pensamos a las muchas personas que prefieren joyas de artesanía, antes que las que se producen de forma industrial. Las tiendas, como Alegría B. ofrecen algo que una franquicia no puede ofrecer: originalidad.
Y es más: muchos negocios han emergido gracias a este tipo de transacciones. Hay personas que necesitan vender sus joyas a cambio de dinero para salir del bache.
Las joyas siempre han sido muy amadas, tanto por las mujeres como por los hombres. Su historia se remonta al antiguo Egipto y llega hasta nosotros. Aquí os contamos algunos datos interesantes, relacionados con la aparición de las joyas.
¿A cuándo se remontan las primeras joyas?
Las primeras joyas aparecieron en el antiguo Egipto donde se prefería la manipulación del oro sobre otros metales. Además, también usaban joyas de vidrio coloreados como piedras preciosas, ya que usar determinados colores tenían significado en su cultura.
El verde, por ejemplo, representaba la fertilidad. Estas piezas se fabricaban en su mayoría en grandes talleres, aunque la plata tuvo que ser importado desde las fronteras de Egipto.
Asia tiene el legado más antiguo de piezas de joyería que en cualquier otra parte del mundo, con una historia de 5000 años.
La joyería del Valle del Indo fue llevada por mujeres, sobre todo cierto tipo de pulseras de arcilla y conchas colocadas en las muñecas. Estas eran rígidas de forma redonda y sin cierre, e inicialmente pintadas de negro. Con el tiempo la arcilla fue sustituida por otros materiales más resistentes.
Otra de las piezas que llevaban eran delgadas bandas de oro que se ponían en la frente, aunque también se ponían pendientes, gargantillas o anillos de oro. La poca joyería que decoraban a los hombres eran una serie de cuentas que se ponían en el pelo.
En conclusión, la historia de las joyas aun es muy extensa y fascinante pero no olvidemos que estos accesorios de alta bisuteria son parte de nosotros para hacernos diferenciar tanto culturalmente como para marcar nuestra personalidad.